A sólo dos versos del éxtasis
los orgasmos del alma llenan de poesía
estos silencios que amenazan con ser suspiros,
unos suspiros que morderán mi cuello.
Tus vocales, abiertas
como la noche de tus piernas,
como las primaveras nacidas
de tu vientre conocedor de vida,
por poco, muy poco...
siguen aún apresadas
en los calabozos de tu pecho,
entre los barrotes marfil de tus dientes,
mordidas con labios golosos
por tu boca brillante de deseo,
pero terminaran naciendo...
no lo dudo, no lo dudas.
Y nacerán libres rasgando el púrpura
de esta penumbra ardiente que nos envuelve,
de este temporal de sábanas blancas
que nos enreda de pies a cabeza,
donde cielo y suelo, colchón y manta,
tú y yo nos confundimos, nos encontramos
para ser verso, verso de versos
en el gran poema de mi tiempo,
en el único instante puro de verdad
de mis días entre letras.
en el umbral mismo del nirvana...
tu labio y mi labio, húmedos de amor,
repletos de vocales ya son verso,
ya son poesía para envidia del silencio.