28 may 2021

Genealogía ( Manuel Martínez-Carrasco)








Mi pobre tío
murió goloso insatisfecho
sin llegar nunca a ser diabético.

Mi padre se murió en serio, del todo,
como lo hace la gente que vivimos
de Norte a Sur:
perfectamente enfermo.

Mi madre, en cambio, no hizo nada:
se fue más por no estar
que por marcharse.


Por eso me pregunto
al tiempo de apurar la última copa
cada noche
a qué palo quedarme
el día en que se cumpla
aquello de
me he muerto.




                                          Blog del autor:  Manuel: CON DOS DE HIELO

14 may 2021

Amiga ( Pedro Salinas)



Para cristal te quiero,
nítida y clara eres.

Para mirar al mundo,
a través de ti, puro,
de hollín o de belleza,
como lo invente el día.

Tu presencia aquí, sí,
delante de mí, siempre,
pero invisible siempre,
sin verte y verdadera.

Cristal. ¡ Espejo, nunca!

7 may 2021

Holgazanerías oculares ( Luis Miguel Rodrigo)



Mi vecina, de niña, tenía un ojo vago
que el médico forzaba,
a bofetadas y empujones unas veces
y otras con cariño,
a desentumecerse, a espabilar,
a abalanzarse al mundo,
salir de su ceguera recurrente
y recoger con la mirada los objetos:

al despertarse, las tostadas;
en la comida, los cubiertos
—sobre todo eran gritos
lo que les recubrían;
por la noche la tele
que chillaba aún más alto que sus padres.

Era inconmensurable
la infinita vagancia de este ojo:

“Con uno de los dos que esté de guardia
es más que suficiente. Para lo que hay que ver”.

Y en vez de responder al tratamiento
que el oftalmólogo ordenaba,
se acurrucaba en su retina,
se amodorraba cuenca adentro;
corría su persiana de párpado caído
para dormir la siesta a cualquier hora:
en medio de una clase
o en el autobús.


Seguía sin saberlo la doctrina
que rige en los comercios
que apenas entra nadie
y sobra un dependiente:
el único que logra 
hacerse independiente
después de muchos años.

Los doctores entonces se enfadaban,
reprendían: “Hay que ver”,
y le aplicaban el ungüento o un colirio.

Pero este ojo irreverente no cedía.

Cuando la niña fue mayor
y el ojo tuvo fuerzas
para al fin ver lo que pasaba
en su casa la perdieron de vista.