28 dic 2021

Manifiesto ( Antonio Gómez Hueso)



Nunca existió el milagro
como no vive la muerte nunca.
Inevitable es pasar,
ser arrastrado por el laberinto
y no volver jamás.
Pero en medio
algo inaudito, inmenso:
la vida.

14 dic 2021

Las mil y una noches ( Joan Margarit)

 


Me miras: el presente son tus ojos,

unos instantes que se desvanecen

y no puedo cambiar. Pero también

son un mañana que ya estaba escrito

en el fugaz espejo de la infancia.

Y se convertirán en el ayer,

la suma indiferencia de los años.

Después serán recuerdo, un mundo gris

donde te mire aunque no pueda verte.

Tras el recuerdo habrán de ser olvido:

nadie sabrá por qué estabas mirándome

ni por qué hay este pozo en tu lugar.

Cada instante una historia diferente

de las mil y una noches en tus ojos.

7 dic 2021

Cumpleaños ( Ángel González)




Yo lo noto: cómo me voy volviendo 

menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.

Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡ Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.    


28 nov 2021

Remordimiento ( Jorge Luis Borges)







He cometido el peor de los pecados 
que un hombre puede cometer. No he sido 
feliz. Que los glaciares del olvido 
me arrastren y me pierdan, despiadados. 

Mis padres me engendraron para el juego 
arriesgado y hermoso de la vida, 
para la tierra, el agua, el aire, el fuego. 
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida 

no fue su joven voluntad. Mi mente 
se aplicó a las simétricas porfías 
del arte, que entreteje naderías. 

Me legaron valor. No fui valiente. 
No me abandona. Siempre está a mi lado 
La sombra de haber sido un desdichado.

14 nov 2021

Búsqueda ( María Sangüesa)

                       



Me buscas descubriendo los rincones
donde habita mi sombra,
esta sombra enlazada a mis zapatos
que sigue cada paso de mi vida.
Miradas furtivas esconden
un temblor de risas- quizá lágrimas-
a partir del tumulto de la sala
o desde el borde de esa mesa
donde anidan las voces que no escucho.
Me buscas en la gente,
rostro anónimo entre caras que no veo,
bambalinas y luces cegadoras,
distancia que levanto con sonrisas
y silencios que hablan por sí mismos.
Me buscas donde no debes buscarme,
en medio de los otros,
allá donde las almas se diluyen…
Busca dentro de ti. Y, si me encuentras,
sabrás como decirme lo que callas.

María Sangüesa

7 nov 2021

Sucesiva ( Gerardo Diego)

 





Déjame acariciarte lentamente,
déjame lentamente comprobarte,
ver que eres de verdad, un continuarte
de ti misma a ti misma extensamente.

Onda tras onda irradian de tu frente
y mansamente, apenas sin rizarte,
rompen sus diez espumas al besarte
de tus pies en la playa adolescente.

Así te quiero, fluida y sucesiva,
manantial tú de ti, agua furtiva,
música para el tacto perezosa.

Así te quiero, en límites pequeños,
aquí y allá, fragmentos, lirio, rosa,
y tu unidad después, luz de mis sueños.

28 oct 2021

Soneto de la Zubia ( Antonio Gala)





Tú me abandonarás en primavera, 
cuando sangre la dicha en los granados 
y el secadero, de ojos asombrados, 
presienta la cosecha venidera. 

Creerá el olivo de la carretera 
ya en su rama los frutos verdeados. 
Verterá por maizales y sembrados 
el milagro su alegre revolera. 

Tú me abandonarás. Y tan labriega 
clareará la tarde en el ejido, 
que pensaré: Es el día lo que llega. 

Tú me abandonarás sin hacer ruido, 
mientras mi corazón salpica y juega 
sin darse cuenta de que ya te has ido.

14 oct 2021

Colmena ( Marina Tapia)




Mi familia es un bloque
de cajones pequeños
que no pueden tocarse.
Y vuelan sobre hilos paralelos
y nunca formarán una madeja.

Yo sólo tengo brazos que los buscan,
ensayos de mezclar: rencor con amuleto,
con playa, sueño, vino y apatía;
mezclar el blanco polen que contienen.



Y vivo,
vivo y muero en la distancia
de cada fondo largo hasta mis ojos
y lloro porque son la lumbre
rota.

En este ir y venir de negaciones
de fallidos intentos por juntar sus latidos
se me seca la savia,
la sal que -aquí en mi boca-
les nombra y apacienta.

No valgo de alquimista,
no tengo ese poder de curandera.
Es así lo que viene.
Así, así, así,
y a ratos diferente en mi cabeza.

Debo por fin librarme de las ceras
que dibujaban: árbol, casa, cielo
en un solo paisaje.
                                      

Blog de la autora: Marina Tapia Pérez

7 oct 2021

Insípidos ( Luis Miguel Rodrigo)



Jamás confío en alguien sin ojeras,
esas dos alforjas violáceas de contenido líquido
en cuyo interior moran malos tragos.


Las personas sin ojeras no saben
de ocultar en el sótano del ojo
todo lo que no cabe en su mirada
amoratada, oscurecida.


No saben de los sinsabores,
de beberse las lágrimas para calmar la sed,
de llorar sin motivo
sin otra causa, simplemente, que ya no cabe más:
rebosa el recipiente
igual que los lavabos
de viejas cañerías.


No saben de ponerse a sollozar
sin justificación viendo la tele
o ante un atardecer a campo abierto.


Incluso algunas veces
despiertan con la almohada humedecida:
se aprovechan, las bolsas oculares,
para soltar el sobrepeso,
de la posición horizontal.


Por eso es tan insípida la gente sin ojeras:
porque no saben.

                               Blog del autor : AQUÍ.

27 sept 2021

Si me faltaras tú ( Gian Franco Pagliaro)

De todo lo que pasa en el mundo
sólo me importa  lo que te pasa a ti.
Tú eres para mí más importante
que el destino de la Tierra,
más importante que el porvenir del hombre.
Ninguna causa, ninguna idea,
ninguna utopía,
me haría renunciar a ti.
En el fondo poco me importa
si el agujero de ozono se agranda
o si la humanidad
desaparece dentro de cien años.
De nada sirvieron
las palabras de los sabios
ni los milagros de los santos.
No se pudo evitar una sola guerra
un solo sufrimiento
una sola injusticia en este mundo
desde que el mundo es mundo.
Y yo,
que apenas soy un hombre que te ama,
qué puedo hacer.
Me dirás que soy un egoísta,
tal vez.
Que me preocupa sólo mi dicha,
puede ser.
Pero mi dicha lo sabes eres tú
y todo lo que te ocurre me preocupa,
el resto no cuenta,  no sirve,
no vale una sola sonrisa tuya.
Si no te tengo,
si algo llegara a sucederte,
si por algún motivo
dejaras de amarme,
ahora que finalmente amo
y  te amo a ti,
para mí sería el fin del mundo,
de un mundo que sólo tú lo justificas,
que sólo tu le das sentido.
Ningún esfuerzo valdría la pena,
ningún Dios
me devolvería tu alma.
Ninguna mujer me daría tu amor
el  mismo amor,
ninguna razón sería suficiente
para seguir viviendo
si de pronto,
por algún motivo,
en este punto de vida, me faltaras tú
amor mío.


14 sept 2021

Si el hombre pudiera decir lo que ama ( Luis Cernuda)





Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

7 sept 2021

El naúfrago ( Ían Welden)






Desde mi viejísimo sofá azul
te envío botellas verdes con mensajes de amor
aviones de papel rosado
y volantines del dieciocho de septiembre.

Todo lo que tengo a mano te lo envío.

Mis cigarrillos y cenicero,
mis anteojos,
mis libros
aún no leídos.
La fotografía de mi madre
tomada en el patio de mi casa
esa última navidad.

La rústica pipa de mi padre
labrada por él
una tarde de primavera
el día antes de que se fuera
para siempre.

Con la infantil esperanza
de  que vengas a rescatarme
esta noche tan solitaria.


                      

                                                    Blog del autor: Fugacidades

28 ago 2021

Lo que pudo ocurrir cuando nosotros ( Amando García Nuño)

Los pasos indelebles del azar
albergan sin saberlo
medidas imprecisas de las cosas,
por poner un ejemplo, nuestro amor
tiene los mismos años
que el teléfono móvil, expusimos
aquella plenitud de nuestros cuerpos
mientras un ingeniero
enseñaba a la prensa su invención,
puede que incluso
nuestras torpes palabras se cruzaran
con las ondas del motorola aquel,
y que el adolescente
esbozo del deseo en nuestros dedos
reflejara un teclado en la distancia.
 
Pero también el tiempo tiene esquinas
donde los besos quedan atrapados
como gotas sin sed,
desde entonces los móviles
han mudado funciones y apariencias,
en nada se parecen 
al primero (ese aviso de amor),
que pesaba dos kilos y tenía
autonomía para media hora,
media hora, aquel tiempo 
que marcaba la infinitud exacta 
de un instante a tu lado,
 
en tardes como esta
me pregunto qué ha sido de nosotros,
si estos rostros que ahora
podemos retener en una imagen
con solo hacer un clic en la rutina,
mantienen la mirada
retadora de aquellos niños sepias,
 
si aún nos tecleamos
en la pantalla táctil de la vida.


Quizás mañana vaya
a comprar un nuevo terminal, al viejo
se le ha agotado ya la batería
(me he preguntado a veces
cuánto duran las pilas del amor),
y además no es smartphone,
esta vez
quiero que me acompañes,
que mientras lo habitamos
de iconos verdes y de aplicaciones,
tú me digas despacio que me quieres
mirándome a los ojos,
que escribas un wasap de lo imposible
en mi costado,
puede que a estar alturas
hayamos descubierto
que toda esa tecnología apenas sirve
-como ocurrió aquel año-
para medir el rastro de los sueños,
hay fechas que no pueden compartir
efemérides lacias,
nuestro amor no nació entre motorolas,
emerge de otro tiempo sin señales,
de una fecha en la piel…,
ya ves,
va a resultar ahora
que nada más pasó cuando nosotros.

14 ago 2021

Ejercicio para repetidores ( Amando García Nuño)


Primer problema, si un tren parte
desde tu corazón en descampado
hacia la estación festiva
donde nadie lo espera,
                                   si circula
por los raíles de la desesperanza
y, en sentido contrario,
amanece sobre los prados yertos
donde abreva el futuro,
                                    ¿ cuándo,
dónde,
             para qué
se cruzará el temblor de lo imposible
con la invasora soledad sin frenos?

¿ Cuál es el resultado de la nada
lanzada entre quimeras
a doscientos kilómetros por sueño?
Por cierto, está prohibido
copiar respuestas de la vida misma.

7 ago 2021

El monstruo ( Ana Montojo)



Me ha crecido en el alma un monstruo triste
que me llena de sombras,
me sumerge...

en las oscuras aguas de la duda
y me ensucia el recuerdo.

Es un monstruo que engulle aquellos días
en que volví a creer
que era posible amarnos.

Camina junto a mí por esas calles
que recorrimos juntos,
se mezcla entre la gente,
y entra en esos bares
en donde todavía viven nuestros fantasmas.

Hoy estaba sentado en el rincón de siempre
escuchando a Louis Armstrong;
riéndose en mi cara me decía
─cómo has podido ser así de imbécil
cuando estaba tan claro
que todo era mentira.

Al salir he querido
eliminar el tiempo de un plumazo,
retornar otra vez al punto de partida
y saltarme esos años.

Y le he pedido al monstruo que se vaya,
que me deje vivir, que no me ponga
la realidad delante de los ojos.

Que me engañe algo más,
lo suficiente
para poner a salvo la memoria.

28 jul 2021

Ya no puedo ( María Socorro Luis)



Ya no puedo
disfrazar la ternura.

Ni elegir la sonrisa
que me voy a poner
cada vez que amanece.

Ya no quiero
vestir de colores
tus salidas de tono.
Ni planchar
tus absurdos enojos,
con suavizante perfumado.

Ya no quiero
esconder tus deseos
debajo del sofá
ni ser más
el tren de tus deseos.

No, ya no quiero
pasear contigo,
ni bailar contigo.
ni dormir contigo.

Se terminó el tiempo
de llorar a escondidas,
de sonreír sin ganas.

Déjame pensar
y caminar sola
como las palomas
por las azoteas.

Recobrar las tardes
de amapolas y alondras.

Descolgar
tus ridículos cuadros.
Tirar tus cigarrilos.
Abrir las ventanas...

Déjame ser silencio.
Ser oportunidad.

Déjame... volver a ser yo.



Blog de la autora:  Socopoemas

14 jul 2021

Autobio ( Gloria Fuertes)

 



Yo era feliz cuando era niña.

Cuando llevaba los zapatos rotos
y el corazón entero.

Después…
ya todo roto.

6 jul 2021

Teselas ( María Socorro Luis)

                                        

Un lugar

 Ha de haber un lugar
donde el bosque,
el lobo y el hombre
se amen.
Donde crece la flor
y el mar es limpio.

Un lugar conciertaintimidad
para sentirlatir la tierra.

Destino

Cuando ya nunca
cuando ya nada,
ocurrirá el silencio.
Nos haremos lluvia
de polvodeestrellas.

Y nos adentraremos
en el profundo enigma
delnotiempo.

Quiero

Hoy quiero
que unaoladeternura
me avance.
Que me hables
con palabrasvestidasdeescarlata.
Que me abraces sin mas:

Tus brazos tibios
son el mejor invento.

Nubemalva

Vives en un mundo
que no existe - me dices -
en una nubemalva.

- claro, por eso sigo aquí.

Cuando despertarás?
- el día que me vaya.

28 jun 2021

Ayer te besé en los labios ( Pedro Salinas)

 



Ayer te besé en los labios.

Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto,
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más. El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada ya,
para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no...
-¿Adónde se me ha escapado?-.
Los pongo 
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.

14 jun 2021

Prohibido correr por el pasillo ( Rafael Soler)

 




Abuelo bebía a sorbos lentos
aguachirle de coñac y manzanilla
un caldo raro para un pueblo sin ventanas

y recién amanecido amanecía
de moscatel vestido con una chispa encima

cordial y entrometido
jugaba como un dandy al dominó
blasfemaba cuando el viento fumaba su tabaco

sabía de putas y de erizos
y jamás se dejaba acompañar en los domingos

un verano se clavó un anzuelo
en otro le clavaron un desplante
y el tercero lo pasó desprovisto tiritando

en legítima defensa de padre no me acuerdo

pero tenía boca y dedos
sopló los noventa con sus velas
y dicen que amaba en la distancia a su manera

un verano me clavó un anzuelo
otro le clavé un desplante

y el resto lo pasamos dicho queda
solitarios enfrentados tiritando.
                                                                    ( Del libro "Ácido almíbar". Ediciones Vitruvio)

7 jun 2021

Besos ( Gabriela Mistral)

 





Hay besos que pronuncian por sí solos 

la sentencia de amor condenatoria, 
hay besos que se dan con la mirada 
hay besos que se dan con la memoria. 

Hay besos silenciosos, besos nobles 
hay besos enigmáticos, sinceros 
hay besos que se dan sólo las almas 
hay besos por prohibidos, verdaderos. 

Hay besos que calcinan y que hieren, 
hay besos que arrebatan los sentidos, 
hay besos misteriosos que han dejado 
mil sueños errantes y perdidos. 

Hay besos problemáticos que encierran 
una clave que nadie ha descifrado, 
hay besos que engendran la tragedia 
cuantas rosas en broche han deshojado. 

Hay besos perfumados, besos tibios 
que palpitan en íntimos anhelos, 
hay besos que en los labios dejan huellas 
como un campo de sol entre dos hielos. 

Hay besos que parecen azucenas 
por sublimes, ingenuos y por puros, 
hay besos traicioneros y cobardes, 
hay besos maldecidos y perjuros. 

Judas besa a Jesús y deja impresa 
en su rostro de Dios, la felonía, 
mientras la Magdalena con sus besos 
fortifica piadosa su agonía. 

Desde entonces en los besos palpita 
el amor, la traición y los dolores, 
en las bodas humanas se parecen 
a la brisa que juega con las flores. 

Hay besos que producen desvaríos 
de amorosa pasión ardiente y loca, 
tú los conoces bien son besos míos 
inventados por mí, para tu boca. 

Besos de llama que en rastro impreso 
llevan los surcos de un amor vedado, 
besos de tempestad, salvajes besos 
que solo nuestros labios han probado. 

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; 
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos 
y en los espasmos de emoción terrible, 
llenáronse de lágrimas tus ojos. 

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso 
te vi celoso imaginando agravios, 
te suspendí en mis brazos... vibró un beso, 
y qué viste después...? Sangre en mis labios. 

Yo te enseñé a besar: los besos fríos 
son de impasible corazón de roca, 
yo te enseñé a besar con besos míos 
inventados por mí, para tu boca.

Escúchalo en la voz de Pepe Sarmiento... ¡Es una gozada!

                                                                               

28 may 2021

Genealogía ( Manuel Martínez-Carrasco)








Mi pobre tío
murió goloso insatisfecho
sin llegar nunca a ser diabético.

Mi padre se murió en serio, del todo,
como lo hace la gente que vivimos
de Norte a Sur:
perfectamente enfermo.

Mi madre, en cambio, no hizo nada:
se fue más por no estar
que por marcharse.


Por eso me pregunto
al tiempo de apurar la última copa
cada noche
a qué palo quedarme
el día en que se cumpla
aquello de
me he muerto.




                                          Blog del autor:  Manuel: CON DOS DE HIELO

14 may 2021

Amiga ( Pedro Salinas)



Para cristal te quiero,
nítida y clara eres.

Para mirar al mundo,
a través de ti, puro,
de hollín o de belleza,
como lo invente el día.

Tu presencia aquí, sí,
delante de mí, siempre,
pero invisible siempre,
sin verte y verdadera.

Cristal. ¡ Espejo, nunca!

7 may 2021

Holgazanerías oculares ( Luis Miguel Rodrigo)



Mi vecina, de niña, tenía un ojo vago
que el médico forzaba,
a bofetadas y empujones unas veces
y otras con cariño,
a desentumecerse, a espabilar,
a abalanzarse al mundo,
salir de su ceguera recurrente
y recoger con la mirada los objetos:

al despertarse, las tostadas;
en la comida, los cubiertos
—sobre todo eran gritos
lo que les recubrían;
por la noche la tele
que chillaba aún más alto que sus padres.

Era inconmensurable
la infinita vagancia de este ojo:

“Con uno de los dos que esté de guardia
es más que suficiente. Para lo que hay que ver”.

Y en vez de responder al tratamiento
que el oftalmólogo ordenaba,
se acurrucaba en su retina,
se amodorraba cuenca adentro;
corría su persiana de párpado caído
para dormir la siesta a cualquier hora:
en medio de una clase
o en el autobús.


Seguía sin saberlo la doctrina
que rige en los comercios
que apenas entra nadie
y sobra un dependiente:
el único que logra 
hacerse independiente
después de muchos años.

Los doctores entonces se enfadaban,
reprendían: “Hay que ver”,
y le aplicaban el ungüento o un colirio.

Pero este ojo irreverente no cedía.

Cuando la niña fue mayor
y el ojo tuvo fuerzas
para al fin ver lo que pasaba
en su casa la perdieron de vista.