aguachirle de coñac y manzanilla
un caldo raro para un pueblo sin ventanas
y recién amanecido amanecía
de moscatel vestido con una chispa encima
cordial y entrometido
jugaba como un dandy al dominó
blasfemaba cuando el viento fumaba su tabaco
sabía de putas y de erizos
y jamás se dejaba acompañar en los domingos
un verano se clavó un anzuelo
en otro le clavaron un desplante
y el tercero lo pasó desprovisto tiritando
en legítima defensa de padre no me acuerdo
pero tenía boca y dedos
sopló los noventa con sus velas
y dicen que amaba en la distancia a su manera
un verano me clavó un anzuelo
otro le clavé un desplante
y el resto lo pasamos dicho queda
solitarios enfrentados tiritando.
( Del libro "Ácido almíbar". Ediciones Vitruvio)