28 oct 2021

Soneto de la Zubia ( Antonio Gala)





Tú me abandonarás en primavera, 
cuando sangre la dicha en los granados 
y el secadero, de ojos asombrados, 
presienta la cosecha venidera. 

Creerá el olivo de la carretera 
ya en su rama los frutos verdeados. 
Verterá por maizales y sembrados 
el milagro su alegre revolera. 

Tú me abandonarás. Y tan labriega 
clareará la tarde en el ejido, 
que pensaré: Es el día lo que llega. 

Tú me abandonarás sin hacer ruido, 
mientras mi corazón salpica y juega 
sin darse cuenta de que ya te has ido.

14 oct 2021

Colmena ( Marina Tapia)




Mi familia es un bloque
de cajones pequeños
que no pueden tocarse.
Y vuelan sobre hilos paralelos
y nunca formarán una madeja.

Yo sólo tengo brazos que los buscan,
ensayos de mezclar: rencor con amuleto,
con playa, sueño, vino y apatía;
mezclar el blanco polen que contienen.



Y vivo,
vivo y muero en la distancia
de cada fondo largo hasta mis ojos
y lloro porque son la lumbre
rota.

En este ir y venir de negaciones
de fallidos intentos por juntar sus latidos
se me seca la savia,
la sal que -aquí en mi boca-
les nombra y apacienta.

No valgo de alquimista,
no tengo ese poder de curandera.
Es así lo que viene.
Así, así, así,
y a ratos diferente en mi cabeza.

Debo por fin librarme de las ceras
que dibujaban: árbol, casa, cielo
en un solo paisaje.
                                      

Blog de la autora: Marina Tapia Pérez

7 oct 2021

Insípidos ( Luis Miguel Rodrigo)



Jamás confío en alguien sin ojeras,
esas dos alforjas violáceas de contenido líquido
en cuyo interior moran malos tragos.


Las personas sin ojeras no saben
de ocultar en el sótano del ojo
todo lo que no cabe en su mirada
amoratada, oscurecida.


No saben de los sinsabores,
de beberse las lágrimas para calmar la sed,
de llorar sin motivo
sin otra causa, simplemente, que ya no cabe más:
rebosa el recipiente
igual que los lavabos
de viejas cañerías.


No saben de ponerse a sollozar
sin justificación viendo la tele
o ante un atardecer a campo abierto.


Incluso algunas veces
despiertan con la almohada humedecida:
se aprovechan, las bolsas oculares,
para soltar el sobrepeso,
de la posición horizontal.


Por eso es tan insípida la gente sin ojeras:
porque no saben.

                               Blog del autor : AQUÍ.