Triste de juramentos y traiciones
ya no sé si te quiero o no te quiero.
Si perdonar tu desamor prefiero
o prefiero que tú mi amor perdones.
Eres mi campo de contradicciones:
enemigo hoy, mañana compañero.
Para ser como tú, falso y sincero,
falta haría tener dos corazones.
Ante tus puertas sin abrir me quedo.
Cansado de tu llama y tu tibieza,
ni puedo darte ni pedirte puedo.
No le respondas nunca a mi torpeza,
pues tengo a tu respuesta tanto miedo
que prefiero la duda a la certeza.