¿Sabes, madre?
Vuelvo atrás en mi añoranza
y me gusta recordarte
en los inviernos de niña
- esos inviernos del antes -
cuando eran fríos y eternos
y llegabas cada tarde
a la salida de escuela
con bollos y chocolate.
(Eran inviernos de estufa,
bufandas, gorros y guantes.
Y de barcos de papel
navegando por las calles)
¿Sabes, madre?
Me duele verte alejarte.
Ver que tus ojos me miran
como queriendo grabarme.
Y disimulas, huraña,
mas yo sé lo que tú sabes:
que hoy eres tú quien espera
a que regrese y te abrace.
(Será otro invierno más frío
luchando contra ese cáncer
de soledad y tristeza.